Preguntas sobre tratamientos

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Que es la dislalia?

 

El concepto de dislalia corresponde al trastorno en la articulación de los fonemas, bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma improcedente. Se trata pues de una incapacidad para pronunciar o formar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas.

La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal. Así puede presentarse el defecto referido a un solo fonema o a varios en número indeterminado, o afectar tan solo a la asociación de consonantes, cómo estas aparecen unidas en una sola sílaba, omitiendo en este caso una de ellas.

La dislalia puede ser motivada por distintas causas. Teniendo en cuenta de una forma genérica el origen de su producción, se hará la clasificación de las mismas.

¿Que tipos de dislalia existen?

 

1.    Dislalia evolutiva: es aquella fase del desarrollo del lenguaje infantil en la que el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha, de formar los estereotipos acústico-articulatorios correctos. A causa de ello, repite las palabras de forma incorrecta desde el punto de vista fonético.

2.    Dislalia funcional: Es un defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje, por una función anómala de los órganos periféricos, sin que existan trastornos o modificaciones orgánicas en el sujeto, si no tan sólo una incapacidad funcional. Es la más frecuente y se caracteriza por un mal funcionamiento de los órganos fonoarticulatorios. 

3.    Dislalia audiógena: aquí se tiene una alteración de déficit auditivo, por lo que tendrá dificultad para reconocer y reproducir sonidos que ofrezcan una semejanza al faltarle la capacidad de diferenciación auditiva.

4.    Dislalia orgánica: es un trastorno de la articulación que está motivado por alteraciones orgánicas, puede referirse a lesiones del sistema nervioso que afecten al lenguaje. 

¿Cuales son las causas de la dislalia?

 

1.    Escasa habilidad motora: existe una relación directa entre el grado de retraso motor y el grado de retraso del lenguaje en los defectos de pronunciación. Estos defectos irán desapareciendo al mismo tiempo que se va desarrollando la motricidad fina, pues el niño irá adquiriendo la agilidad y coordinación de movimientos que precise para hablar correctamente. Son comunes, torpeza en los movimientos de los órganos de articulación y una falta de coordinación motriz general, en especial, de la lengua. Esta es la causa más frecuente.

2.    Dificultades en la percepción del espacio y el tiempo: está asociado a trastornos de la percepción y a la organización espacio-temporal, siendo difícil llegar a un desarrollo del lenguaje sin una evolución correcta de la percepción. El lenguaje en el niño comienza a surgir por imitación de movimientos y sonidos, si este no tiene interiorizadas las nociones de espacio-tiempo no podrá desarrollar el lenguaje.

En ocasiones el niño ve un movimiento, pero no lo percibe tal y como es, y no es capaz de diferenciar una articulación de otra, porque él las percibe de forma semejante, sin lograr captar los matices que la distinguen por falta de desarrollo de la capacidad perceptiva.

3.    Falta de comprensión o discriminación auditiva: el niño no podrá imitar los sonidos diferentes, porque no es capaz de discriminarlos como tales. En estos casos falta capacidad para discernir los intervalos entre dos sonidos, las diferencias de intensidad y las duraciones, pero igualmente el sentido rítmico es muy imperfecto.

4.    Factores psicológicos: cualquier trastorno de tipo afectivo puede incidir sobre el lenguaje del niño haciendo que quede fijado en etapas anteriores, impidiendo una normal evolución en su desarrollo. Así, toda perturbación psicoafectiva de la primera infancia, retarda y perturba la normal evolución del lenguaje.

5.    Factores ambientales: en primer lugar, la carencia de ambiente familiar, y, la situación de niños que viven en instituciones. Aunque sean estimulados, les falta la cercanía de los padres y el ambiente afectivo normal. Entre otros factores, se incluye la sobreprotección materna que impide la debida maduración del niño, que queda detenido psicológicamente en etapas que debería haber superado.

6.    Factores hereditarios: puede darse en algunas ocasiones un factor hereditario que predisponga, al menos, a un trastorno articulatorio, aunque estos casos son menos frecuentes que los anteriormente citados.

7.    Deficiencia intelectual: una manifestación muy frecuente es la deficiencia intelectual en la alteración del lenguaje, con dificultades para su articulación. 

¿Como identificar la dislalia?

 

Los síntomas que aparecen son la sustitución, omisión o deformación de los fonemas /r/, /k/, /l/, /s/ y /ch/.

      Sustitución: Se emite otro sonido ante la incapacidad de pronunciar un fonema, articulándose otro en su lugar. Puede ocurrir al principio, medio o final de la palabra, ejemplo: el fonema /r/ frecuentemente es sustituido por /g/ gabo por rabo.

      Omisión: es otra manera de hacer frente a la dificultad en la articulación de un fonema, en este caso sencillamente se omite, ejemplo: gobo por globo; se puede omitir una sílaba entera, ejemplo: tevisión por televisión.

      Inversión: cuando el niño presenta dificultad en la articulación puede adoptar el vicio de intercalarlo a otro sonido. Esta problemática no es muy frecuente, ejemplo: palato por plato.

     Distorsión: cuando se produce una articulación semejante a la adecuada, pero no es la correcta, ni tampoco se da sustitución por otro fonema conocido. En esta tipología debemos observar el encuadre cultural que rodea al niño, ya que ocurre en ocasiones que un fonema es incorrecto en un idioma determinado y en otro es el adecuado (rr gutural en idioma francés).

¿Que tratamiento debo seguir?

 

Todo tratamiento es importante empezarlo a una edad lo más temprana posible, ya que con el transcurso de los años las estructuras que controlan las funciones motrices de los órganos fono articulatorios van perdiendo plasticidad y esto dificulta la organización de estos para lograr una buena articulación.

Existe dos tipos de intervenciones a realizar para trabajar la dislalia, el primero es el modelo fonético y el segundo es el modelo conductual. El modelo fonético se subdivide en tratamiento indirecto y directo, el primero va dirigido al desarrollo y mejora de los aspectos funcionales que intervienen en la articulación del habla para después pasar a la intervención directa.  Por su parte  el tratamiento directo, busca lograr la correcta articulación y su generalización e integración en el lenguaje espontáneo. (ver portafolio)